Arstechnica ya lo hizo con el primer iPod nano, y ahora lo han vuelto a hacer la segunda generación: Se trata de someter al reproductor a toda clase de duras pruebas como lavarlo dentro de una lavadora, golpearlo contra el suelo, rayarlo (y otras cosas)... para comprobar la resistencia del producto.
En realidad, no se trata de la locura de nadie, sino que son tests que nos pueden dar una idea del "aguante" del aparato. En el enlace de la entrada a su blog tenéis todas las fotos y el artículo completo (en inglés), aunque ya os adelanto que esta nueva versión del nano es más difícil de rayar (sobre todo la pantalla, que al parecer se ha mejorado mucho), la batería aguanta alrededor de las 24 horas que Apple promete... pero los golpes contra el suelo no le sientan muy bien a la pantalla (y sin embargo, sigue funcionando).
Recordad, ¡no lo intentéis en casa!
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