Mi keynote, Dylan y el paseo hacia Tantau Ave

Mi keynote, Dylan y el paseo hacia Tantau Ave

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Mi keynote, Dylan y el paseo hacia Tantau Ave

Las luces fugaces de los establecimientos que pasaban a mi alrededor me recuerdan a un paseo lento por el espacio, como si fueran estrellas lejanas y diluidas por la distancia. Me gusta la sensación. Fijo la mirada al frente y subo la música: hace calor a pesar de ser demasiado tarde para salir a correr pero me da exactamente igual, me encanta hacerlo para desconectar. Las canciones vuelan al mismo ritmo de la música y me prometo que “un kilómetro más y vuelvo”. Apenas hace dos días que he vuelto de la keynote.

De repente suena una canción.

El nombre de la keynote "Gather Round" hacía referencia a la letra de una de las canciones favoritas de Steve Jobs

La primera vez que la escuché iba a toda velocidad por la autovía porque llegaba tarde a una cita. Había quedado con una persona con la que, después de buscar mucho por Internet, me había ofrecido uno de aquellos ordenadores que su imprenta ya no utilizaba. Era lo único que podía permitirme para la época. Iba a recoger mi primer Mac, el primero que compraba con mi dinero y en la radio de mi añorado Rover 200 sonaba un CD con “The times they are a-changin’”, de Bob Dylan. No era una canción al azar: sabía que era una de las favoritas de Steve Jobs, y me pareció un buen guiño escucharla justo en ese momento, haciendo que las sensaciones y la música se grabasen en mi memoria. Me gustan estos simbolismos. La canción que sonó de repente mientras corría también fue esa, e inevitablemente, sonreí.

Es porque la había escuchado días atrás. Iba en un bus de prensa por Homestead Road dirección oeste, en Cupertino, y sigilosamente me puse sólo el AirPod derecho discretamente. Tenía la canción preparada. “Come gather ‘round people, wherever you roam…”. Gather Round, el misterioso título de la keynote hacia la que me dirigía, ¡era parte de la letra de la canción de Dylan! La favorita de Jobs. Aquella canción no dejaba de sorprenderme: era increíble la sensación de escuchar la música de Steve en aquellas calles que tantas veces transitó.

Volvieron los recuerdos de mi primer Mac grabados en mi memoria. Sólo que esta vez, tenía el Apple Park delante de mí.

“También necesitaré el reloj”

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La cola para pasar la aduana de San Francisco era considerable, y eso que había desembarcado rápido del avión. Entraba en la fila con mi pequeña maleta de cabina y el maletín donde llevaba el portátil y el resto de mi arsenal tecnológico, mientras avanzaba lentamente buscaba una tarjeta SIM para EEUU que había comprado para utilizar estos días. La experiencia es un grado, y necesitaba tener un plan B si alguna wifi fallaba o la del evento estaba demasiado congestionada. Paso adelante, me paro, saco la bandejita de la SIM del iPhone X, paso adelante, sustituyo mi SIM española por esta, paso adelante – me toca con la agente de aduanas.

Una inesperada conversación con la agente de la aduana y su interés por los nuevos iPhone

“¿Motivo del viaje?” me preguntó mientras revisaba mi pasaporte. “Vengo a trabajar, asisto a un evento de Apple, sólo me quedaré unos días.” La mujer levantó la mirada curiosa y mientras me tomaba las huellas me preguntó si el evento de Apple era la presentación de los nuevos iPhone. “Sí, ¡y este año seguro que alguna sorpresa más!”. Cruzamos algunas palabras más sobre las posibles novedades del teléfono, y cuando me estaba sellando el pasaporte, me llegaron varios mensajes al Apple Watch: la tarjeta SIM ya parecía haberse activado.

“Siempre he tenido un iPhone, me gustan mucho. Alguna vez compré un Android, pero siempre he vuelto al iPhone. No creo que me compre el nuevo este año pero estaré atenta a ver que sacan… ¿los WhatsApp también se ven ahí?” dijo mientras señalaba mi muñeca. La giré para enseñarle todo lo que me estaba llegando sin sacar el móvil del bolsillo y casi convencida sentenció mientras me iba “¡Creo que también necesito el reloj!”. Sonreí alejándome. Ya estaba en San Francisco: tocaba ir rumbo a San José, la ciudad donde se alojaba la prensa internacional.

San José y la historia de Apple

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Eras las 15:00, hora de la costa oeste, aunque según mi horario español era medianoche. Traté de aguantar el sueño para descansar por la noche (la keynote era la mañana siguiente) y como tenía toda la tarde “libre” pensé en dar una vuelta por la ciudad. San José es importantísima para Apple, y el epicentro cultural y económico de Sillicon Valley. El año pasado, con la inauguración del Apple Park, la compañía decidió trasladar la WWDC allí para que los ingenieros y demás personal estuvieran cerca del evento.

The Mercury News, a lo lejos: el periódico que anunció que Jobs volvía a Apple para salvarla a finales de los 90

Recordé que aquello estaba relativamente cerca del hotel, y pensé en grabar un Instagram Stories como curiosidad. Este año hemos utilizado mucho esta red social para llevaros el contexto de la presentación, así que grabé un par más de vídeos sobre la ciudad. Paseando por San José vi a los lejos, entre aquellas construcciones de arquitectura tan “californiana”, una imponente construcción muy clásica con unas grandes letras que lo coronaban, “The Mercury News”. Era la sede de una de las publicaciones más conocidas de San José, y una de las primeras que informaron en toda página del gran acontecimiento que cambió el rumbo de Apple a finales es de los noventa: “Vuelve Steve Jobs”. En su momento fueron invitados a 1 Infinite Loop para contar con la exclusiva de la noticia.

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Me crucé también con el tranvía que conectaba con Mountain View, otra de las ciudades conocidas del valle por ser la sede de muchas tecnológicas como Adobe, Google o Microsoft. Es curioso como se ven los esfuerzos por mejorar el transporte público de estas ciudades, pero el tráfico en las autopistas suelen ser horribles. La Interestatal 101 por lo que nos movíamos este año hacia el campus de Apple, estaba hasta arriba de tráfico casi a cualquier hora.

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El McEnery Center siempre parece más pequeño de lo que se ve en las fotos. La entrada al edificio es característica porque cuenta con una peculiar iluminación en forma de farolas flexibles , y unos marcos perfectos para que cada convención pueda personalizar fácilmente el edificio. Durante las dos últimas WWDC, Apple pone aquí el diseño de cada conferencia y se convierte en el corazón de una ciudad que participa mucho del evento: para la compañía, volver aquí a organizar la conferencia de desarrolladores fue como volver a casa.

El día de la keynote

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La ciudad todavía no había amanecido cuando desperté y hice repaso de todo lo que tenía preparado: mi maletín con el MacBook Pro, batería extra para el iPhone, el micro de solapa, cables y adaptadores, una pequeña Moleskine de reportero y un boli que compré en Infinite Loop el año pasado. El badge que nos identificaba como prensa podíamos recogerlo directamente en el Apple Park utilizando una tarjeta de Passbook que Apple nos había incluido con la invitación: era NFC (como se usan las de Apple Pay), sin embargo, nos lo facilitaron durante el desayuno en el hotel para nuestra comodidad al estar desplazados como medios internacionales y así evitar aglomeraciones.

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El camino hacia el evento siempre contiene los mismos ingredientes: ganas de que ocurra ya, tensión y nervios para que todo salga perfectamente. Yo estaba obsesionado con la idea de haceros llegar cada uno de los minutos que estuviera allí y conseguir exprimir al máximo mi invitación. Como ya sabéis, una keynote no es sólo el momento de la presentación: es también los momentos previos, los rumores, las curiosidades… y estando en el mismísimo Apple Park, no pude evitar enseñaros de primera mano mediante varios directos todo aquello. Personalmente, me sentí como cuando estrenas casa y la enseñas con ilusión a esos amigos que vienen a verte por primera vez. Compartir esos momentos es una sensación y una responsabilidad increíble.

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El Steve Jobs Theater brillaba como nunca aquel día. Tim Cook dijo el año pasado unas palabras con toda la razón del mundo: “Para él, días como este eran muy especiales”. Se notaba en el ambiente, en como estaba todo preparado hasta el mínimo detalle. En el exterior, Apple montó algo de desayuno para quienes no habían probado bocado aún, pero yo preferí recorrerlo y disfrutar el momento. No tardamos mucho en bajar por las escaleras laterales (este año entré por las opuestas que utilicé el año pasado) y me senté justo en el otro lado del auditorio también.

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El teatro vibra con presencia propia más allá de la gente que nos reunimos allí. Ese momento también es importante porque tienes a pocos metros de ti a toda la gente importante de la compañía, que lejos de parecer nerviosos, se les ve igual de emocionados que a algunos de nosotros porque todo empiece ya y conozcamos las novedades. En ocasiones, es más una celebración que un evento de comunicación: y esto sólo ocurre cuando lo que haces, lo haces con pasión.

El momento de la verdad

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Para los que estamos allí, el auténtico momento importante es cuando la keynote acaba y se abre la zona de pruebas justo a la salida del auditorio. Las paredes circulares que ocultan los nuevos productos ya están ocultas cuando salimos y en unas mesas perfectamente ordenadas, rodeadas de personal de Apple que se encarga de ayudarnos con las pruebas, imágenes o vídeos y darnos más información si la necesitamos.

Eh, un momento. ¿Esa es Angela Ahrendts? Pues sí, lo era - imponente - hablando con compañeros justo en la entrada de la zona de demostración. Muchos de los VIP de la compañía estaban entre la gente. Cook y Ive también se pasaron por la zona de pruebas para enseñar personalmente y saludar a los medios e invitados que estábamos por allí. Si vuelvo a tener la oportunidad, quizás les pida hacerme una foto con ellos. Sin embargo, ese momento para mí es perfecto porque las mesas colindantes se vacían de curiosos que quieren verlos a ellos y me permite probar los dispositivos con más tranquilidad. Viejo truco.

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Y eso que este año lo tenía todo planeado: el equipo - perdón, EL EQUIPAZO - que estaba en España de Applesfera tenían instrucciones para coordinarnos y optimizar de la mejor forma posible toda la información que yo pudiera enviar desde allí. Así que lo primero que hice no fue probar los productos: dejé que aquella masa de periodistas se abalanzaran a los jugosos nuevos lanzamientos para grabar un vídeo que envié al instante a la redacción, para que el equipo de vídeo comenzara a trabajar con él.

Escribir sobre Apple sentado en el Steve Jobs Theater casi vacío redondeó el día

Hmmmmm…. Mucha gente aún para ir a la zona de pruebas. Mejor me quedo escribiendo el guión de mis primeras impresiones para tenerlo adelantado. Miro por todas partes y hay mucha gente. En las escaleras no nos dejaban sentarnos porque entorpecíamos la salida, pero necesitaba algún sitio cómodo para… ¡Ey! ¡Tenía justo detrás de mi el auditorio casi vacío y aquellos asientos de 10.000 dolares! Ya que tenemos que trabajar, hagámoslo bien: y es otro momento para recordar, la tranquilidad de aquel lugar contra la vorágine de la presentación y esa sensación de estar en el lugar perfecto para escribir sobre ellos: el corazón de Apple.

Vida alrededor

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Este año el Apple Park rebosaba vida por todas partes. Los empleados ya se han trasladado al nuevo campus, y se puede observar como transitan por los pasillos del anillo, entran y salen de salas, se mueven alrededor de todo el campus con bicicleta. El círculo está dividido en varias secciones equidistantes que para comodidad del personal se conectan mediante carritos eléctricos (como los de los campos de golf). Y aquel edificio y cada uno de los detalles que lo componen es absolutamente asombroso. Nunca he visto nada igual. Sin duda, un producto más de Steve Jobs.

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La vuelta del Apple Park nos pasea por una zona de Cupertino que inevitablemente te retrotrae en el tiempo: se me ocurrió pensar por aquí anduvo un jovencísimo Steve Jobs trabajando para HP. Justo aquí, justo donde hoy está su nuevo campus. Que todo aquello es parte de la vida del genio y Apple lo ha convertido en parte de su historia: no imagino mayor homenaje hacía él ni mejor demostración de que sigue siendo parte del ADN de la compañía.

“…Your old road is Rapidly agin'. Please get out of the new one If you can't lend your hand For the times they are a-changin’…”

En Applesfera | Todo sobre la keynote del 12 de Septiembre de 2018

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