AirPods, lo mejor y lo peor tras una semana de uso

AirPods, lo mejor y lo peor tras una semana de uso

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AirPods, lo mejor y lo peor tras una semana de uso

No hay cifras, ni un solo dato, algo muy en la línea de Apple, y sin embargo, parece que estamos ante algo muy grande en lo que a ventas se refiere. El propio Tim Cook no pudo disimular su entusiasmo cuando le asaltaron en la Bolsa de Nueva York y le preguntaron por los AirPods. Está claro que los celebérrimos auriculares de Apple marcan el inicio de algo nuevo, pero… ¿Ha logrado acertar el fabricante en su primer asalto?

Una semana de uso ha sido más que suficiente para conocer las carencias y virtudes de este accesorio, pero lo que parece claro es que Apple ha invertido muchísimo esfuerzo en un producto que abre un nuevo futuro para el mercado. Analizamos a continuación lo mejor y lo peor desde una perspectiva en primera persona y de un usuario medio (poco ‘purista’ en cuanto a calidad de audio).

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Lo mejor de los AirPods

  • El cambio de hábitos: seamos sinceros, es fácil criticar a un producto despellejando cada una de sus características y comparándolas con el resto de los existentes en el mercado. Es como si comparáramos los volantes de un SEAT y un BMW: no tiene mucho sentido. Los AirPods son un todo que cambia sin duda la forma en la que consumimos audio. En unas pocas horas pasé a escuchar podcasts y radio como un poseso en un cambio de hábitos que ha llegado para quedarse. La facilidad de abrir la caja y colocarse los auriculares en las orejas hace que uses mucho más este producto.
  • La carga es insultantemente sencilla: si lo piensas bien, Apple podría haber optado por un sistema de carga convencional y que cada noche tuviéramos que cargar directamente los auriculares. Pero no, posiblemente la caja de los AirPods sea una de las mejores ideas del producto: no es necesario estar pendiente de la batería porque ésta se comparte entre dos dispositivos. Al final terminas cargando la caja en huecos sueltos, con lo que siempre tienes el producto disponible para su uso. En mi caso, mientras me ducho por las mañanas y mientras preparo la cena; de hecho, acompaño en la carga al Apple Watch y así me olvido del asunto.
  • La calidad de audio en llamadas: Apple realmente se ha esmerado en lo que respecta al sonido cuando hacemos o recibimos llamadas. La mejor prueba es que al otro lado de la línea no se dan cuenta de que en realidad estás empleando unos auriculares en modo ‘manos libres’. En ambientes muy ruidosos también se puede mantener una conversación sin problemas haciendo que cada vez uses más los AirPods en esta faceta.

Lo peor de los AirPods

  • El permanente temor a la pérdida: sí, no es un mito, los AirPods son tan compactos y ligeros que el temor a perderlos está siempre presente, y lo peor es que la amenaza es real. En varias ocasiones los he pillado al vuelo cuando se escurrían entre mis dedos y en situaciones comprometidas: sobre una rejilla de ventilación y en unas escaleras mecánicas. No es una crítica al diseño del producto en sí, pero es una realidad que hay que empezar a asumir: se perderán muchos AirPods.
Se trata, en definitiva de un producto redondo de Apple -pese al margen de mejora- y que abre un futuro apasionante en versiones venideras
  • La calidad de sonido, justita: aquí un servidor ha pasado por dos etapas. En la primera de ellas, sorprendido por lo bien que sonaban (sí, la referencia válida son los EarPods, por si quieres comparar), pero en la segunda terminas exigiendo más. Se trata evidentemente de algo muy subjetivo pero me encantaría que en la siguiente versión se mejorara en este aspecto y en la potencia de salida.
  • Los ‘inconvenientes’ de la caja: hemos mencionado antes que la funda de los AirPods es una pequeña maravilla, y ciertamente es así, pero el usuario pronto se encontrará con pequeños inconvenientes que pueden resultar molestos (dependiendo del nivel de exigencia). El primero de ellos es que el material de la caja tiene un apasionado idilio con el polvo, pelusillas y cualquier otro elemento que lleves en el bolsillo. Si eres maniático en este aspecto te verás soplando cada pocas horas. El segundo viene por la confusión casual que te encontrarás a la hora de guardar los AirPods: ¿en qué lado va cuál? Una tontería que te puede llevar a varios intentos infructuosos hasta acertar.

Otros aspectos como la ausencia de controles y la dependencia total de Siri para gestionarlos, personalmente no han supuesto un problema para mí. Se trata, en definitiva de un producto redondo de Apple -pese al margen de mejora- y que abre un futuro apasionante en versiones venideras.

En Applesfera | Apple reescribe las reglas de juego de los auriculares con los AirPods

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